domingo, enero 21, 2007

El Farol



Sales de tu cuarto y cierras la puerta, metes tu mano en el bolsillo del pantalón y sacas el mazo de llaves. Batallas para encontrar la llave correcta pero al fin lo logras. Caminas unos cuantos pasos y luego te detienes, tratando de recordar si habías cerrado bien la puerta o no... No lo puedes recordar pero decides seguir caminando, al cabo qué es lo peor que puede pasar, qué roben que... tu ropa? que importa, a nadie le gusta, solo a ti.
Sigues caminando y bajas las escaleras, casi te tropiezas en el segundo juego de ellas, con el último escalón, pero logras detenerte estirando los brazos. Que suerte que no había nadie cerca, te dices a ti mismo. No importa la caída, no importa la herida, solo importa que no te haya visto nadie, porque es TU reputación la que cuenta. Terminas ese pensamiento y te das cuenta que ya saliste de tu edificio, que tus pies te han llevado a la tienda de autoservicio que está a una cuadra de tu casa sin que tu mente le haya dicho nada. Te asombras ante tal situación, perdiste varios segundo, tal vez minutos de tu memoria en nada. Pero bueno, que importa, lo que importa es el ahora.
Entonces, decides entrar a la tienda y comprar un café. Ves y dices que al parecer, es tu día de suerte, aunque ya sea de noche, bien noche. Te dices esto porque al entrar, lo primero que ves es que tienen el café con promociones, cualquier tamaño por solo diez pesos. Escoges el más grande, que también es de suerte, porque es un vaso más grande de lo normal. Lo llenas de café y te alejas, pagando en inercia los diez pesos que hallaste en el bolsillo de tu saco. Sales de la tienda pensando que tal vez algo sí pase, todavía en esta noche tan fría, tan fría que tus manos te duelen, bueno dices, no las dos, solo la derecha, donde tienes el par de heridas que resienten el frío.
Caminas una cuadra y te detienes en la esquina del parque, pones tu café de la suerte sobre la caseta telefónica y sacas primero la cigarrera luego los cerillos del bolsillo de al lado de tu pantalón. Sacas luego un cigarro, de esos que solamente tu fumas e intentas prenderlo, pero usas casi cinco cerillos antes de lograr prenderlo, al final si lo haces. Le das una jalada al cigarro, sientes esa dulce bocanada de humo invadir tus pulmones, sientes como la suave y exquisita nicotina penetras tu corriente sanguíneo, llega hasta tu cerebro y te da un toqué de... algo
Piensas, si esto es el cigarro, que será la droga, llegaría hasta el cielo mismo yo. Pero no, todo esta bien con solo el cigarro y un café. Decidido esto, te pones el guante derecho, porque esa es la mano que sufre, tomas el café en esa mano enguantada y el cigarro en la mano libre y prosigues tu camino. Ya vas rumbo a tu cuarto de nuevo, cuando ahora si, decides tomar cartas en el asunto y diriges tus pies hacia el parque, para caminar un poco, después de todo el día en tu cuarto, necesitas aire fresco, si es que quieres empezar tu vida de nuevo.
Tu ya sabes que el parque esta lleno de caminos, al parecer trazados sin sentido alguno, ya que unos se juntan, otros se alejan dejando grandes espacios entre ellos. Pero bueno, piensas, es un reto, caminaré cada vereda del parque mientras me tomo el café y me fumo mi cigarro nocturno. Lo piensas, no lo dices, porque luego la gente pensará que estás un poco fuera de serie, si de por si, te ven raro cuando a veces cuando caminas por la calle o la escuela.
Comienzas tu viaje nocturno y tu pensamiento se queda en escuela, rara, loco. Recuerdas aquellas ocasiones cuando vas caminando y sí, ves que te ven y tu sonríes pero la gente no te sonríe de vuelta, te sigue viendo raro. Agitas la cabeza de lado a lado lentamente, pensando en lo triste de la existencia de esas personas, no saber lo bonito que es la vida, no saber que hay que vivir nada más, sin criticar. Levantas la cabeza y ves que, frente a ti, hay una pareja, un hombre y una mujer, sentados sobre una banca. De haberlos visto antes, les sacas la vuelta, no quieres contacto humano esta noche, y menos con parejas. Piensas, está bien que ya no ando en depresión, pero no quiero esto. Aún así, ya no puedes, el camino esta trazado y se vería más incomodo sacarles la vuelta así nada más. No te queda de otra más que seguir adelante.
Eso haces, tratando de no ver ni escuchar lo que dicen pero no es necesario, es obvio que la chica esta triste, al parecer por algo que el joven le dice. Pasas y ya, no volteas ni nada. Silenciosamente, les deseas suerte y sigues.
Tu camino ahora te lleva al final del parque y das la vuelta, regresándote por otra vereda, buscando probar cada una de ellas si es posible. Al pensar esto, te replicas, claro que es posible, que más tienes que hacer, nada, tu vida es vacía, debería darte vergüenza, no tienes nada quehacer, o más bien, si lo tienes pero no quieres hacerlo. Te dices, cállense, silencio, no quiero pelear ahora, cállense y disfruten la noche. Una palabra más y verán....
Se callaron y caminas, llegas de nuevo a la otra punta del parque, cerca de donde empezaste, das la vuelta y caminas más, que ganas de tener alguien con quien caminar, alguien con quien platicar. Pero no, tu vida es solitaria, quién sabe si por decisión o destino, no quieres pensar en ello, te da miedo la respuesta que podrías hallar. Te detienes, se te ocurre algo, una decisión rápida que acabas de tomar. Buscas un papel en tu bolsillo, solo encuentras el recibo del café, pero eso bastará, sacas pluma y escribes rápidamente un juramento.
Caminas y te detienes, observando algo de lejos que te atrae, es un farol que brilla en medio del parque y la noche. Caminas hacia el, hay algo ahí que te atrae. Es tan bello, ese que te llama la atención aumenta con cada paso, te acercas más y más. Entre más te acercas, sientes una euforia, una excitación entrar en tus venas, en tu sangre, en tu ser entero y extiendes la mano para tocarlo, para sentirlo. Tus dedos se estiran y lo acarician sin tocarlo, reverentemente, como si fuera un objeto sagrado, una reliquia de antaño. Pones la palma completa de tu mano sobre el farol.

OBSCURIDAD

Cuando el equipo forense llegó y vio el cuerpo tirado al lado del farol, decidieron sin observar que era un suicidio. ¿Quién más se hubiera acercado así a un farol que brillaba de tanta electricidad que corría en él? Pero vieron, en la mano del cuerpo, agarrado con una fuerza más allá del rigor mortis, un papel. Decía

POR FIN, HE SALIDO DE MI DEPRESIÓN. AHORA SOLO QUEDA LA VIDA.

6 comentarios:

Anónimo dijo...

¿Cómo es posible que hayas matado a un personaje sin antes saber que era antes? ¿Hombre o mujer? Tú mismo lo dijiste...

Quizá la solución para algunos, sin quererla... quizá, simplemente un error de la vida. Pero, ¿te das cuenta de que cuando las cosas para nosotros están comenzando a ser buenas la vida misma se encarga de hacerlas de nuevo difíciles? O inclusive si donde todo es bueno y simple, de repente cambia para ser complicado y extraño... No lo sé. Creo que la vida es una completa ironía a veces.

ñ____ñ*


Como sea, pues... Sí me gustó mucho el escrito. Mas bien, como que tu pequeño journal de una salida a tomar un café (excepto la parte del muertito)... xD


A ver cuando vuelvo a redactar otra vez... Cuídate!



...[tonio]

Ivan "Chevo" Aguirre Darancou dijo...

Gracias.... y si, es es punto, hacer ver que la vida es una completa... no ironía, pero si es desconocida por muchos, no sabemos a donde nos va a llevar hasta que lleguemos ahí....

estas orejitas tuyas dijo...

chingado, ia abia escrtio un chingo y se borro xD
me choca ¬¬.
weno, dire que sta mui nice la historia y me gusto en especial por 3 o 4 partes:
la primera sobre el cigarro y las drogas, la seguna "y menos con parejas", la tercera sobre el debate mental y la cuarta sobre la pinche gente que te ve raro solo porque no son como tu ¬¬.

y que lindo que pusiste a la tomasa!!! x3
io tengo uno de esos.. se iama betoo xD jsjsjs
saluooos! ^^
(disculpad errores de dedo y faltas de ortografia)

Soffy dijo...

Hola hermanote!
hace un buen que no te veo, ah que cosas... ando cansada y adolorida... no preguntes por que, no tiene mucha importancia el asunto. Me gusto tu escrito, esta bastante interesante, un poco triste. Muy solitario y como que bueno... te deja triste. weno ya me deprimiste...en realidad no pero tengo frio y mucha tarea, asi que te dejo mi hermano, cuidate mucho, a ver si podemos vernos el lunes. ciao bambino!
Atte. Tu sis

Anónimo dijo...

Un mensaje bien ilustrado. El uso de persona ayuda a agregarle un poco de misterio a tu cuento. La ultima frase... muy bien planeada.. la vida no se acaba con la muerte phisica, es solo otro principio. (point of view, my good man). Los mejores deseos para mi alma gemela envuelta en escritos. Siguele hechando ganas.

Anónimo dijo...

Que te inspiro principalmente (o inicialmente) la idea de un faro?? oo la de una noche solitaria???